“LORCA Y DALÍ”

El proyecto de unos gigantones lorquianos

Por ahora, todavía no está claro si Federico García Lorca vino a Tarragona con Salvador Dalí, o no. Lorca dice que vino “sin decir nada a nadie”, y en la entrevista que le hizo el periodista Lluis de Salvador no dice que viniera con Dalí. Cipriano Rivas Cherif, el director de teatro que ya había estrenado obras de Don Ramón del Valle Inclán y la “Yerma” de Lorca, así como “La Dama boba” de Lope de Vega, de la que Lorca había hecho la adaptación, dijo a los periodistas y al público que esperaban al poeta para rendirle un homenaje en la Casa Marshall de Barcelona, que Lorca no vendría porque se había ido con Salvador Dalí a Tarragona. Pero Lorca no dice, en la entrevista, que viniera acompañado de nadie. Y Salvador Dalí, en su última entrevista con el historiador Ian Gibson, dice que vino con Lorca a Tarragona en el año 1935, por Santa Tecla.

Bromeando entre amigos, con el historiador y periodista Jordi Rovira, hablamos de la idea de hacer unos gigantones que representaran a los dos artistas. Y como las ideas, si no tocan de pies en el suelo, no sirven de gran cosa, hice los prototipos de las cabezas de Lorca y Dalí, para que a partir de estos trabajos se pudieran realizar los gigantones. Son en blanco y negro porque partí de las fotografías de la época.

No hacía mucho tiempo que se paseaban por Tarragona en fiestas, unas réplicas de los gigantes de la ciudad que me parecían muy divertidas, tenían un toque de ingenuidad que los acercaban a las obras “Naïf”, y sin tener nada que ver me vinieron a la cabeza las deliciosas “Nanas” de Niki de Saint Phalle. Eran los gigantes de la Asociación Gitana de Tarragona, pregunté quién los había hecho, y me presentaron a los autores, dos jóvenes de la asociación: Miquel Ximenis y Joan Gutiérrez, y dije que si un día se llegaban a hacer los gigantones, quería que los hicieran ellos.

Cuando tuve que desmontar mi taller, ahora hace tres años, Jordi Rovira accedió a hacerse depositario de los prototipos de las cabezas de los artistas, y encontraron su lugar de reposo en la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense, de la que él era el Presidente. El sábado pasado, dentro de los actos de conmemoración del 80 aniversario de la visita/visitas del poeta a Tarragona “LORCATS TGN 80”, se abrieron las nobles puertas de la Arqueológica (RSAT) para inaugurar una exposición dedicada a las publicaciones de Jordi Rovira, y a dos de los proyectos que por falta de financiación, permanecen en el cajón de abajo: “Los gigantones de Lorca y Dalí”, y la “Medalla conmemorativa del bimilenario de Augusto”. La afluencia de público, aunque la Arqueológica está situada en un piso principal de la calle Mayor, fue constante durante las tres horas que la institución estuvo abierta al público, ahora volverá a estarlo para la “Ruta lorquiana”. Amigos y enemigos, desfilaron por las dependencias, reviviendo anécdotas y recuerdos alrededor de un personaje tan valiente como controvertido como fue Jordi Rovira.

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