CRISTO DE LA RESURRECCIÓN (CRISTO GITANO). Roma, Teatro Quirino
En 1984, en Madrid, a través de los productores de “ARA-Espacio de Creación”, Salvador Távora, director de la agrupación teatral “La Cuadra de Sevilla”, me propuso realizar una pintura en directo de 7 x 2,50 metros, en el tiempo de duración de la obra que se debía presentar en el Festivalle della Pasqua di Roma dirigido por Maurizio Scaparro. La obra se titulaba “Pascua popular flamenca”, sobre una idea de José Monleón. Estaba representada por: Enrique Morente, Manolo Sanlucar, Vicente Amigo, Ballet Español de Madrid, La Cuadra de Sevilla y Josep Maria Rosselló. Participábamos en el festival en representación del estado español, a través del Ministerio de Cultura. Y fue Paloma Gómez Borrero quien hizo de jefa de prensa de la representación española.
Se hicieron cuatro representaciones, en el Teatro Quirino, y pinté cuatro telas. El éxito fue sonado. Parece, por comentarios que se me hicieron a posteriori, que hubo interés por parte de alguno de los museos romanos de que alguna de las telas se quedara en Roma, pero los productores se negaron.
Las telas llegaron a mi taller de Madrid, en la calle General Arrando, enrolladas una sobre otra. Así que las separé, había dos que estaban adheridas, porque se pusieron una sobre la otra cuando la anterior aún estaba parcialmente fresca. Fue necesario el uso de la fuerza para separarlas, y se produjo un desgarro en una de las telas, hay que tener en cuenta que para que el proyecto no se encareciera demasiado y por las extraordinarias dimensiones de las obras, se utilizó tela de sábana (algodón). La tela en cuestión, la apedacé provisionalmente, para restaurarla más adelante. Pero un buen día todo fue a parar a un almacén con otras obras mías, un almacén que estaba a nombre de los productores, y las telas desaparecieron sin haber sido fotografiadas.
De todo ello no quedaba más que un testimonio, la filmación que realizó la RAI y que después adquirió TVE, y la prensa que pude recuperar casi clandestinamente al cabo de tres años.
En 2005, la llamada de teléfono de uno de los que habían sido los productores del proyecto, me puso sobre aviso de que habían localizado el almacén donde estaban depositadas las telas. Se trasladaron a mi taller de Tarragona, donde se restauraron y acondicionaron. Por sus dimensiones, se necesitaban más de 20 metros de distancia para poder fotografiarlas, y el único lugar donde se daban las condiciones idóneas era el Tinglado 1 del Moll de Costa de Tarragona. Me lo concedieron durante diez días, lo que hizo que la exposición y fotografía de las telas fuera pública y se viera involucrada en un nuevo proyecto, “Cadavre&Grafitti”, que, inspirado en el juego del “cadáver exquisito”, construía un puente hacia el grafiti.
Las telas, una a una, fueron fotografiadas por Pep Escoda, así como todo el proyecto y los artistas que lo integraron. En 2006, el Museo de Arte Moderno de la Diputación de Tarragona (MAMT) realizó una exposición de las fotografías con el título “La memoria de lo efímero”. Las telas, enrolladas, han estado guardadas en mi taller hasta 2013, que por razones financieras tuve que cerrar. La primera de las telas pintadas en Roma ha sido cedida al MAMT. Las otras están guardadas en el Puerto, y formarán parte de un nuevo proyecto en el que se podrán ver expuestas todas juntas por primera y única vez de aquí a un año y medio (2015). La exposición llevará por título “Teoría de la destrucción”. Las telas, a excepción de la primera, serán destruidas en un lento proceso y a la vista del público, porque nunca fueron pintadas para ser conservadas.
——————————————-Josep Maria Rosselló—————————————————–